El gobierno de Javier Milei puede anotarse como una victoria el hecho de haber bajado la inflación, eso se reconoce, pero después de diez meses de gestión y sin un programa de gobierno claro en cuanto a lo económico (porque todavía no se sabe bien cuál es el “plan”), la recesión que fue a la par de esta baja de inflación podría también anotarla como algo negativo y que sin dudas causa mucha incertidumbre, especialmente en lo laboral.
La recesión golpea fuerte al sector privado, y hasta el momento en la provincia de Córdoba no se había notado demasiado, en gran medida porque todavía hay políticas y medidas desde la gestión provincial que apuntan a sostener el empleo, y porque la apertura de las importaciones que realiza la Nación en determinados rubros, no alcanzó completamente a la producción local, pero sin dudas lo sucedido con la Petroquímica de Río Tercero, enciende una alarma para las industrias, que están más atentas a lo que puede significar la apertura de las importaciones, como ya ocurrió en otros momentos del país.
La Petroquímica, que produce diisocianato de tolueno TDI, materia prima fundamental de espumas y resinas poliuretánicas (relleno para colchones), tenía 375 trabajadores, de los cuales 127 fueron despedidos (entre 40 y 45 años el promedio de edad), y otros 125 suspendidos. También se vio afectada la Fábrica Militar (que le vendía ácido nítrico a Petroquímica) que dispuso 60 nuevos retiros voluntarios y hubo 60 trabajadores despedidos agremiados a UOCRA, que dependían de empresas tercerizadas de Petroquímica.
Lo historia indica que si antes de la apertura de las importaciones no existen medidas internas que alivien la carga impositiva de las industrias y corrija la burocracia estatal para agilizar los procesos de producción, en particular de las Pymes, sea del rubro que sea, (que a la fuerza y a base de sucesivas crisis aprendieron a mejorar la calidad de sus productos y a estar preparados siempre para lo que no se sabe qué va a venir), y eso les permita ser más competitivas, pero podríamos estar ante un escenario similar a lo que ya vivieron en otras épocas (por ejemplo en los `90 o entre 2016-2019) y que no sólo puede significar la pérdida de puestos de trabajo o suspensiones.
La intención del gobierno nacional puede ser que apunte a que bajen los precios internos porque el consumo se sigue retrayendo (disminuyó según CAME el 5,2 por ciento interanual en setiembre), pero lo preocupante es que no se presenta un plan de gobierno, porque hasta ahora no muestran un programa para saber cuánto podría durar la recesión, o cuándo se comenzaría nuevamente a generar empleo, ni siquiera se ponen de acuerdo en decir si van a sacar o no el cepo, es decir la falta de claridad abunda.
Es curioso, cuando el Presidente Milei gana las elecciones era casi unánime la opinión de que representaba una “esperanza”, la pregunta sería si se mantiene todavía esa “esperanza”, y si es así, ¿hasta cuándo podrá sostenerse sin ver la “luz al final del túnel”?