Un sector de la Argentina, minoritario pero poderoso, cree que nuevamente ha llegado su tiempo: edificar un país sin el protagonismo político y social de los sectores populares, entre ellos los sectores medios y, por lo tanto, en manos exclusivas del poder económico y mediático concentrado.
Estamos frente a una situación gravísima donde la Corte de justicia acaba de consumar un hecho de gravedad institucional que afecta a todo el funcionamiento del sistema democrático.
