Alejandra García y Milagros Cova, entrenadoras de vóley del Club Almafuerte de nuestra ciudad, llegaron hace varios años desde Venezuela a nuestro país, con todo el dolor del alma de dejar a sus familiares, pero buscando un lugar mejor donde poder vivir.
En conversación con EL HERALDO-Diariodelasvarillas, manifestaron sus emociones con respecto a lo que está sucediendo en su país de origen, en el marco de las elecciones del domingo pasado donde el actual Presidente Nicolás Maduro y el Tribunal Electoral no ha mostrado las actas de lo que se atribuyó como un triunfo electoral, y ello generó una gran convulsión social con protestas en las calles, y la acusación de la oposición de que se cometió fraude.
Alejandra llevó al país como jugadora de vóley de Gimnasia y Esgrima de La Plata, y posteriormente trabajando como entrenadora conocen a Martín Ambrosini, entrenador de la selección nacional quien hizo el contacto con César Pagani, contándoles del proyecto que tenía el Club Tricolor: «Nos gustó y vinimos a probar», dijo.
Por su parte, Milagros destacó que están a cargo del vóley, entrenando de lunes a viernes con categorías desde mini hasta mayores, ambas comparten trabajo y cuentan con la colaboración de la profesora Rocío Mondino en categorías 12 y 13 años, y Laura Tissera con la mini. «Cada equipo tiene tres sesiones de entrenamiento, además este año implementaron la preparación física, que las nenas le den importancia para alargar un poco su vida deportiva, porque entrenan a otro nivel…», comentó.
Alejandra en tanto, expresó que desde hace nueve años que no regresa a Venezuela, justamente por la situación del país, y sobre todo porque tienen la experiencia de otras compañeras relacionadas al deporte que cuando fueron les retuvieron el pasaporte y ya no pudieron salir «por eso es una opción no viable para nosotros, porque tenemos familia, y podemos colaborar más desde acá que estando allá».
En el caso de Milagros reconoce que nunca pensó en irse de su país, al margen de que como deportistas recorría otros países. Entre 1995-1996 llegó a Argentina a jugar la liga profesional en Gimnasia y Esgrima de La Plata: «Me gusta mucho Argentina, me parece un país hermoso, pero nunca tuve la intención de quedarme a vivir, ni en ningún otro que no fuese el mío…Tengo una nena que hoy tiene 16 años, la traje a Argentina cuando tenía ocho años, por ende no tiene cédula venezolana ni pasaporte, creo que está como muchos chicos que salieron pequeños de su país, actualmente Argentina es su país, hace vida deportiva, tiene educación…», expresó.
Aseguró que en 2016 se vio obligada a salir de Venezuela por el tema político: «Amanecíamos haciendo cola, no había nada que comprar, más allá de que tuvieses dinero los anaqueles estaban vacíos en los supermercados, esa situación me llevó a tomar una decisión, le escribí a muchos clubes con los que había trabajado, Gimnasia me dio una respuesta, y obviamente una de las condiciones era salir con mi hija, así que me vine, Gimnasia me arropó a mí y mi hija, ahí estuvimos ocho años y nos sale esta propuesta de Almafuerte, siempre voy a estar agradecida con el club de Gimnasia, pero era tiempo de cerrar un ciclo, creo que la colaboración fue mutua, de ellos hacia nosotros, y nosotros hacia ellos, y apareció Ambrosini con esta propuesta, y en mi caso que tengo una hija adolescente donde su seguridad, su educación, su salud, es lo más importante. Nosotros salimos por la situación política que vivíamos, y estas últimas elecciones para nosotros fue un palazo, estuvimos tres días llorando…», se explayó Milagros en conversación con EL HERALDO.
Por su parte Alejandra aseguró que como para todos los venezolanos que están afuera de su país «fue un golpe duro, era la esperanza de salir de este gobierno, de volver a la libertad, hace mucho tiempo que estamos oprimidos en nuestras libertades, un país hermoso que teníamos, y no se pudo lograr, esperemos que la ONU y todos los que puedan colaborar y se hagan cargo de todo lo que pasó, del fraude que realizó este gobierno, lo vivimos en las elecciones anteriores y no se logró, lo que sucedió fue una masacre de sangre que esperemos que no suceda porque no se lo merece nadie..».
Los amigos y familiares que tienen en Venezuela, les cuentan que la tensión es muy grande, y manifiestan que a diferencia de otras oportunidades la gente «se cansó y salió a las calles, estamos muy preocupadas porque la situación es muy complicada, mis padres son grandes y no salen a la calle porque son grandes, además mi hermana vive en España y yo acá, mis tías, primos, todos están allá, y gritaron fraude desde el día uno, todos estábamos esperando la buena nueva y cuando fue al revés, las lágrimas y el salir a la calle fue de manera natural y espontáneo, no es que nadie los manda, el pueblo se cansó, estas elecciones eran nuestras esperanzas de recuperar al país, porque además ellos mienten…», se explayó.
Añadió que los ciudadanos venezolanos viven muy mal, la educación tuvo un éxodo muy importante de docentes y están dando clases los estudiantes, lo mismo sucedió con muchas personas que murieron por falta de medicamentos: «Además hoy hay cosas pero no hay dinero para comprar porque los sueldos son muy bajos, el salario mínimo alcanza para comprar un maple de huevos y un paquete de harina…Si no se logra revertir esto del fraude, viene escasez nuevamente, viene la excusa del bloqueo, y asfixian al pueblo, hubo un tiempo que no teníamos gas para cocinar, no había ni para el que tenía ni para el que no, las colas era reales. A mi me motiva acá es que mi hija tiene el derecho al deporte, a la educación, a la salud, y eso es lo que me mantiene en pie en Argentina, y este país más allá de lo que están atravesando, nosotros estamos bien acá, conocimos gente buena, nos abrieron las puertas…», concluyó Milagros muy emocionada.