Casi cerrando 2021 y con un año un poco mejor que el 2020 en cuanto a pandemia se refiere, se vuelven a activar las alertas por los brotes de coronavirus con las nuevas cepas, Delta y Ómicron, pero ciertamente ahora sabemos un poco más y eso trae algo más de tranquilidad porque conocemos cuáles son los cuidados que se tienen que realizar para tratar de prevenir el contagio.
Es una realidad que este tiempo de pandemia a todos nos ha cambiado en algo, algunos más y otros menos, pero todos sin excepción tuvimos que modificar algo de nuestras vidas relacionado con la situación sanitaria, a lo cual nos fuimos acostumbrando y posiblemente como están dándose las cosas a nivel mundial, tengamos que convivir un tiempo más, nadie sabe bien cuánto.
Evidentemente en el mundo que se viene, o por lo menos el que estamos observando en el corto y mediano plazo, las consecuencias de la pandemia, tal como lo señalan los profesionales de la salud (ver nota en pág. 4), apuntan mucho más a lo emocional que a lo físico, nos guste o no, se ha perdido el contacto fluido y el encuentro periódico entre las personas, en especial los adultos mayores cuyos espacios se vieron limitados y recién en esta última etapa están recuperando lentamente.
La educación ha sufrido un tiempo de verdaderos cambios y el contexto ha perjudicado notablemente a la terminalidad educativa, a pesar de los esfuerzos de los docentes, que fue ron muchísimos, el porcentaje de chicos que dejaron de estudiar es preocupante y algo que seguramente ya se comenzó a rever y analizar.
Lo importante es que existe gran conciencia en la población de que la vacunación contribuye a no enfermarse o por lo menos no gravemente, y esto ayudó a perder el miedo, y a mantener los cuidados, lo que quizás debería retomarse con algo más de fuerza en los siguientes meses para tratar de continuar con esta vuelta sostenida a cierta normalidad que afortunadamente estamos viviendo.
El aumento de casos preocupa y ocupa a las autoridades, pero el camino de salida a la pandemia ya está trazado y lo estamos recorriendo, probablemente sea muy difícil por no decir imposible plantear volver atrás, de cualquier manera hay que seguir instando a la responsabilidad individual y social, la gran mayoría lo ha entendido y es lo que nos está ayudando a convivir de la mejor manera que se pueda con el covid. Como lo dijo el Papa Francisco en marzo de 2020 ante una Plaza de San Pedro vacía y en un día lluvioso, cuando la pandemia cambiaba el mundo y cambiaba nuestras vidas, convirtiéndose en un enorme aprendizaje.
Afirmaba: “Nadie se salva solo”…. «Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente»…- «En esta barca, estamos todos»…”no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos».
