Cuando se construyó el hermoso edificio del Gran Hotel Las Varillas, seguramente generó expectativas en la comunidad, ya que demostraba visión de futuro en el marco de una ciudad que estaba en franco crecimiento y aunque faltaba mucho por hacer en cuanto a infraestructura, ya que el gas natural llegó después, lo mismo que las cloacas, que por cierto son una realidad que aportan un impulso permanente al desarrollo, como decíamos, en aquel momento la proyección a futuro era para otorgar mayor jerarquía y modernidad, lo que se logró durante muchos años.
Es imposible olvidar que entre el 2000 y 2007 hubo una época “dorada varíllense” a nivel cultural con espectáculos de primer nivel donde todos esos innumerables artistas se alojaron en el Gran Hotel, y en ese mismo ritmo, el restaurante, que también propiciaba eventos, resultó exitoso por los vecinos de la ciudad y la región.
Es difícil conocer en la actualidad cuál es la realidad de reiteramos, esta hermosa estructura edilicia, que se ubica en el corazón de la ciudad, en un lugar privilegiado, a la vista de todos quienes visitan Las Varillas.
Posiblemente la particularidad de que sean varios accionistas y algunos inconvenientes del orden laboral, donde aparentemente debería afrontar cifras millonarias en ésta, a lo que se sumarían otras deudas impositivas, hayan derivado en la situación en la cual lo podemos observar en la actualidad, con un deterioro importante edilicio y no siendo utilizado, mejor dicho totalmente inutilizado.
Al margen de esta descripción, que no pretende entrar en detalles, sino simplemente tratar de revalorizar una estructura que existe, pero que sin dudas muchos se preguntan qué destino podría tener, ante la necesidad de una ciudad que sigue creciendo, y que genera eventos de distintas características, ya sea culturales, deportivos, comerciales, empresariales, y que requiere de un mismo espacio donde cuente con alojamiento, salón y restaurante. Un ejemplo fue el viernes 28 de junio con la presencia de autoridades de FEDECOM y 40 centros comerciales de toda la provincia, que debieron alojarse en el Hotel de Pozo del Molle.
Lo interesante, además, es poder plantear que hay iniciativas para poder reflotar esto, una de ellas surge desde el CECIP, que tiene un proyecto de mejorar la infraestructura, ahora venida a menos, e introducir modificaciones, como efectuar un cerramiento del predio, reflotar el restaurante en el ingreso, hacer un salón de fiestas en el actual estacionamiento, y hasta construir una pileta en el sector posterior.
Para ello seguramente los recursos sean esenciales, pero como hemos podido comprobar, desde su creación el CECIP, y más aún en los últimos 15 años, tiene la capacidad de generar, impulsar y rescatar proyectos y “hacerlos funcionar”, pero sin dudas en este caso, del Gran Hotel, el apoyo fundamental del Estado Municipal, y también de la Cooperativa de Energía Eléctrica, serían más que importantes, porque en definitiva se trata de recuperar algo que es un ícono, y al mismo tiempo brindar a la misma con su puesta en valor, la jerarquía que Las Varillas se merece.
