Por Fernando Movalli.
En la misma jornada en que se producía el histórico descenso de Atenas, partido en directo que no impidió que se replete el «Poli» tricolor, Almafuerte le ganó de manera dramática por 64 a 63 en los últimos segundos al durísimo equipo de Alberdi de Villa Mercedes – San Luis.
Un partido de alto vuelo emocional de principio a fín, más allá de los errores técnicos propios de un juego sumamente importante para los dos. Con dos cuartos para cada uno, ganando con claridad el primero y el tercero el local y, de la misma manera, el segundo y el cuarto la visita.
Almafuerte, que ingresó con Álvarez, Boglione, Saiz, Sechi y Bonansea, tuvo mayor concentración y efectividad en el comienzo para quedarse por 18 a 13 con esos primeros diez minutos de juego. Luego, la visita mejoro y mucho en defensa, toma de rebotes y efectividad para ganar el segundo cuarto por nueve puntos y retirarse al descanso con un parcial de 34 a 30 a su favor.

El reinicio del segundo tiempo vio al equipo de Matias Fernandez nuevamente «enchufado» y, con el aliento de su público, fue ganando en confianza para quedarse con ese tercer cuarto por una tremenda diferencia de 19 puntos y quedar, de cara al cierrre, con una victoria parcial de 59 a 44, resultado que ya desataba la algarabía del numeroso público varillense y de la región presente.
Pero Alberdi no se iba a entregar así nomás y salió a quemar las naves en ese último cuarto electrizante por donde se lo vea. Sprint final en donde otra vez la visita tomo las riendas en el manejo del partido, ganando el mismo por 14 puntos para regalarnos un final «no apto para cardíacos». En un cierre a puro nervio, tensión y adrenalina dentro y fuera de la cancha y en donde un acierto o error hacía la diferencia del match, cosa que logró Almafuerte practicamente en la última pelota de contragolpe e igualados en 63. Con infracción al villamariense Bachiochi, de excelente juego pero dubitativo en los libres, a falta de solo 1.2 segundos para las dos ejecuciones y con el público de pie en las gradas. Marrando el primer lanzamiento pero encestando el segundo par el delirio local y la confusión generalizada en el festejo por ese ínfimo tiempo que, con toda lógica, no pudo aprovechar la visita y así dar lugar a una victoria dramática e inolvidable para el tricolor.

Un triunfo alcanzado, en definitiva, más con el corazón que con aciertos, pero también porque nunca renegó íntimamente de entender que podía regalarle una victoria histórica, por la instancia y el rival, a un público que se retiró feliz y confiado de que se pueda traer la clasificación. Esa clasificación desde tierras puntanas para subir un peldaño más en esta epopeya de jugar, resistir y pisar con dignidad la competencia y escenarios de la tercera categoría del básquetbol nacional.