Eduardo Mainardi, es un enamorado de los coches de colección. Radicado en la ciudad de Arroyito, es quien tuvo la idea de organizar este encuentro que solo permitía autos construidos hasta la década del ’30. Más de 50 coches llegaron de distintos lugares e incluso algunos del país vecino, Uruguay. En Arroyito se puso en marcha la caravana que partió hacia la localidad de Calchín y luego volvieron por Ruta 13 a la localidad de Sacanta, donde almorzaron las personas relacionadas a cada coche. Luego emprendieron el regreso a Arroyito. En esta oportunidad se pudo apreciar modelos que son de museos y casi imposible de ver en exposiciones; algunos coches superaron los 110 años de existencia. El promedio de viaje fue de unos 40 km por hora. Se vieron marcas de automóviles que ya no existen y modelos que solo hay uno o dos en nuestro país. La convocatoria fue de primer nivel, algo que tal vez no se vuelva a ver en años. La gente se fue congregando a medida que los coches ingresaban a las localidades en donde llegaban.
