El Obispo de San Francisco utilizó la red social Twitter para reflexionar sobre el pase sanitario que se solicitará desde el 21 de diciembre en la provincia de Córdoba y el país, y la libertad religiosa.
(1/6) Hilo sobre el #PaseSanitario y la libertad religiosa Me he vacunado voluntariamente. Recibí las dos dosis de la AZ. Estoy a la espera de la tercera dosis. He animado también a vacunarse. En las condiciones actuales, la vacunación es un acto moralmente lícito.
(2/6) La vacunación debe ser voluntaria, mucho más debido a que se trata de vacunas que, sin negar su eficacia, todavía están en fase experimental. Tienen reparos éticos que no pueden desoírse.
(3/6) No se puede condicionar el ejercicio de otros derechos fundamentales a la vacunación, como son: el trabajo y la justa remuneración y, en este caso, la libertad religiosa. Hay que preferir la información, la persuasión y el consentimiento informado a la coacción.
(4/6) Es comprensible que, para algunas actividades masivas, se pida un “pase sanitario” que dé cuenta de las vacunas recibidas. Para la participación en el culto – para la Eucaristía dominical, por ejemplo- no veo que la exigencia de un pase similar sea correcta.
(5/6) La libertad religiosa, de la que forma parte la libertad de culto es el primero de los derechos. Su ejercicio no puede quedar comprometido al límite de hacerlo, de hecho, imposible, como se dio en las fases más duras de la cuarentena.
(6/6) Una cuestión concreta: la dinámica de las celebraciones litúrgicas católicas (desplazamiento, intercambio, movimiento) no es la misma que la de otras reuniones sociales (fiestas, mitines, reuniones deportivas). Está probado: permiten una mayor seguridad sanitaria.