El Lic. en Economía Carlos Seggiaro indicó que existe un proceso de importación muy importante sobre todo de Brasil, donde comienzan a hablarse de las asimetrías bilaterales, en cuyo marco los empresarios dicen que o pueden competir con los brasileros, porque tienen alta presión impositiva, altos salarios medidos en dólares, y esto genera un costo que dificulta la competitividad.
«Esto es cierto, pero eso expresa uno de los factores, el otro expresa una diferencia de escala y tecnología, empresas argentinas que no tienen ni la escala ni la tecnología que tienen otras empresas en el mundo, y que están ingresando al mercado argentino con sus productos, y también inevitablemente juega el tema cambiario, cuando decimos la Argentina está cara en dólares, mientras que un país como Brasil está cada vez más barato en dólares, porque va devaluando su moneda a un ritmo superior al del su propia inflación, con lo cual decimos la Argentina está cara en dólares por lo cual le cuesta competir internacionalmente, pero a la vez, en el caso brasilero, es al revés, están cada vez más baratos en dólares por lo tanto va ganando competitividad con respecto a los productos argentinos, y eso expresa particularmente una amenaza para los sectores industriales», dijo.
El economista entiende que esta situación en el corto plazo no se va a resolver, porque no va a ocurrir que el gobierno vaya a cambiar su política aperturista, si bien le promete a los sectores empresarios que va a realizar una reforma impositiva y laboral pero eso recién ingresaría al Congreso el año que viene «y la pieza que queda suelta, es si el gobierno va a estar dispuesto en algún momento, después de las elecciones, revisar su política cambiaria para intentar algún mecanismo de intervención, que permita un tipo de cambio más competitivo, acá hay diversas opiniones», explicó.
A todo ello, otro factor que se debe tener en cuenta, en especial en la relación con Brasil, es el crédito en el sistema financiero, porque las empresas argentinas se encuentran en un contexto donde el crédito es caro, mientras que en Brasil el gobierno sigue subsidiando tasas de interés a los sectores productivos tratando de estimularlos.
En relación a los márgenes de rentabilidad, Seggiaro reiteró que es difícil encontrar algún sector de la economía cuyos márgenes de rentabilidad no hayan disminuido, algo similar a lo que ocurrió en la década de los ´90. «Esto no está ocurriendo ni el sector agropecuario, industrial, comercial o servicios, estamos ante una caída que obliga a las empresas a revisar sus estructuras de costos, cambiar sus logísticas internas, y jugar el partido de la tecnología y la escala…».

Por último, añadió que en el caso del comercio, la competencia muy fuerte es del comercio electrónico, que operan a través de plataformas digitales, no sólo a nivel interno, si no en importaciones, de hecho hay una plataforma de origen chino del rubro textil donde cualquier persona puede comprar y lo están haciendo. El mes pasado se registraron diez mil compras diarias, lo que estiman que irá en crecimiento de manera significativa en los próximos meses, todo lo cual complica al comercio en cada ciudad.