Por Fernando Movalli
Con goles de Morisod y Fornero, y ante una multitud de más de 1.300 personas (fotos), Almafuerte le ganó la final del Clausura a ADEA por 2 a 1 (Pomiro de penal para el blanquinegro), y el próximo domingo jugará la definición de la temporada de la Sur ante Unión, ganador del Apertura.
El tricolor de Vietto fue un justo ganador, especialmente por el buen fútbol desplegado en el primer tiempo, más allá de un gol polémico anulado al visitante en el segundo tiempo y que reclamó la gente blanquinegra, incluso en el pitazo final del árbitro, Valle.
La temprana conquista de Morisod a solo cinco minutos del inicio del partido sin dudas le generó a Almafuerte un voto de confianza y autoestima desde el vamos. Confianza que le permitió tomar la iniciativa, jugar con rapidez, rotar a sus delanteros, cortar los circuitos de gestación del blanquinegro y ganar los rebotes y segundas pelotas de manera permanente para generar diversas situaciones de pregol. Por ello no extrañó el segundo tanto de Fornero luego de un centro preciso de Perret sobre el minuto 17 para redondear una primera mitad casi perfecta, de no ser por su final. Un epílogo en donde Adea, con más enjundia y amor propio que fútbol, se lo llevó por delante y le descontó la partida en los pies de Pomiro que sobre los 42’ puso de penal el descuento y trasladó toda la atención y expectativas para un segundo tiempo que se presumía explosivo y pasional.
Pero nada de eso iba a ocurrir en el mullido y verde césped tricolor.
Una segunda mitad anodina en donde el buen fútbol brilló por su ausencia y se jugó con más lucha que pelota al pie y más encontronazos que buen destino del balón por ambos bandos. Aunque, en ese ahora mal partido de fútbol, el visitante fue algo más y por momentos llegó a inclinar la cancha, incluso luego de quedarse con diez jugadores por la expulsión de Funes. De yapa, esa pobre segunda mitad también dio para la polémica en la conquista anulada al visitante cuando luego del centro de Funes, el delantero Silva concretó la igualdad de cabeza que a la postre fue anulada por el linesman de dicho sector.
Así, el muy buen fútbol del tricolor de la primera etapa mutó al trabajo de overol en la segunda para poder sostener hasta el final un triunfo sumamente necesario. Tanto para obtener el Clausura como para jugar la final de la temporada de la Sur nuevamente en su estadio en solo siete días.
Victoria del equipo varillense muy celebrada, con dos versiones claramente definidas: la del buen fútbol en el inicio y la del overol en el final. Y que cotiza en alto, no solo por quedarse con el segundo certamen de la primera mitad del año, sino también por la jerarquía del rival. Un durísimo rival como ADEA que sostiene en el tiempo una línea de juego complicada de vencer y un rico plantel en la mayoría de sus experimentados jugadores.
