Licenciado en Psicología – M.P 8685
El bullying vuelve a ser tema de actualidad por hechos terribles que ocurrieron y se viralizaron en los medios de comunicación. Pero siempre pasó y siempre también pasó de largo. En la dinámica del bullying hay varios sujetos que intervienen, el acosado, el acosador y los espectadores. A diferencia de otras problemáticas el bullying ocurre en lugares controlados, en lugares públicos, en instituciones educativas, clubes, etc. dónde profesores, directivos, preceptores, entrenadores lo saben, siempre lo supieron, pero son muy pocos los que se involucran en la solución del problema tomando posición activa defensiva. Por el contrario, no se involucran tomando posición activa pasiva, y no solamente no se involucran, sino que algunas de estas figuras fomentan estas conductas, tomando posición activa agresiva. Es inaceptable que un profesor o un entrenador siga reforzando las conductas de bullying que ocurren durante su clase en vez de interponerse. Hay espectadores que toman las debilidades, los miedos y las situaciones de bullying con gracia, como objeto de burla, cuando deberían hacer todo lo contrario, ayudar a detenerlas. No, no es nada raro, es bastante frecuente. Esto desencadena que el sujeto abusado incremente más sus miedos, su soledad, su aislamiento y su visión de que esta solo en medio de toda esa problemática y comienza a creer que el problema es él.
Intervenir, hacer algo, poner en evidencia lo que sucede, acompañar al sujeto que es abusado tomando una posición activa defensiva, es sumamente necesario y es la única manera de empezar a producir cambios, tanto para el chico que es abusado, maltratado y para el acosador qué es muchas veces víctima de sus propias problemáticas que lo llevan a tener conductas violentas y abusivas. También, es trascendental que los padres hablen de estos temas con sus hijos y les enseñan tanto con la explicación como con el ejemplo. Es inaceptable el festejo de las conductas de bullying. Tomar conciencia de la gravedad del asunto es relevante porque el tema no termina ahí, esto puede hacer que se desarrollen futuras psicopatologías que se verán más adelante, en la adolescencia o la adultez, algunas graves tanto en los acosados como en los acosadores.
