Las palabras del Vicegobernador en el marco de la inauguración del Parque de la Familia, sobre la posibilidad de un gobierno de coalición para la ciudad, pone en evidencia que los armados políticos serán cada vez más localistas, es decir, se vienen tiempos nuevos donde los armados políticos serán distintos, quizás camino a los vecinalismos que permite que confluyan en su interior radicales, peronistas, kirchneristas, juecistas, PRO, etc.
La pregunta es si esto obedece a un convencimiento de nuevas formas de gobernar, que podrían ser positivas como el ejemplo de Las Varillas con el Frente que gobierna, o solamente apunta a retener el poder como sea o ganarlo como sea, ya que la realidad es que en los momentos donde la sociedad la está pasando peor, económica y socialmente, busca el cambio y mira otras alternativas a quienes votar o simplemente se inclina por algo nuevo, como una manera de mantener la esperanza de algo mejor.
Lo cierto es que estas nuevas formas de armado político ya no se centran en estructuras sino en las personas, y esto habla de cierto fracaso de la clase dirigente en mantener convicciones e ideologías partidarias, y por el otro lado, en desarrollar programas que propicien que la ciudadanía pueda tener cierta estabilidad en su modo de vida.
La incertidumbre, desde hace varios años, se ha vuelto para la mayoría la forma de llevar adelante la vida de las familias, no sólo por cuestiones económicas en sí mismas, sino lo que deriva de ello, como la inseguridad, la falta de oportunidades, etc., etc..
Será tan bueno que la política se haya vuelto tan personalista?. Es algo que por ahora no sabemos. Lo que sí se puede observar es que pasaron a un segundo plano los programas de gobierno, ya no se discute sobre qué van a hacer con la salud, con la educación, con la seguridad, entre otras tantas cosas. En particular esto sucede en mayor medida a nivel nacional, pero no escapa a realidades provinciales y municipales, salvo algunas escasas excepciones.
Y lo que parece aún peor es que, después de las elecciones, no sólo que nadie habla de ponerse de acuerdo en algunos puntos o ejes centrales y llevarlos adelante, sino que lo acá lo único que importa es retener o ganar “poder”.








