Aumenta la morosidad en tarjetas y préstamos por el alto costo del crédito

TASAS DE INTERÉS Y PRESIÓN TRIBUTARIA AGRAVAN LA SITUACIÓN

El incremento de las tasas de interés ha generado un preocupante aumento de la morosidad en los pagos de tarjetas de crédito y préstamos personales, que ya supera el 5% y continúa en ascenso. La combinación de un costo financiero elevado y una fuerte presión impositiva está complicando la capacidad de las familias argentinas para cumplir con sus obligaciones, en un contexto de salarios rezagados frente a la inflación.

Impacto del costo financiero

Según datos oficiales, en mayo de 2025 la morosidad en tarjetas de crédito alcanzó el 4,2%, más del doble que el año anterior, mientras que en préstamos personales llegó al 5,6%. Banqueros consultados por la Agencia Noticias Argentinas indicaron que esta tendencia no se ha detenido y anticipan mayores dificultades hacia fin de año.

El costo del financiamiento se ha disparado: las tasas nominales anuales para saldos impagos de tarjetas de crédito oscilan entre 76% y 90%, pero al sumar impuestos como IVA e Ingresos Brutos, más gastos administrativos, el costo financiero total (CFT) supera el 100%. En el caso de los préstamos personales, el CFT puede llegar a más del 140% para un crédito a cuatro años, incluso para clientes con buen historial crediticio.

Factores que agravan la morosidad

La presión impositiva incrementa aún más la carga de las deudas, ya que los intereses se ven afectados por tributos que recaen directamente en el presupuesto familiar. Este escenario, combinado con una inflación persistente y salarios que no logran equiparar el aumento de costos, genera un círculo vicioso. Quienes optan por pagar el mínimo de la tarjeta de crédito enfrentan el riesgo de que sus deudas se multipliquen, ya que los intereses pueden duplicar o triplicar el capital original, convirtiendo el endeudamiento en una carga difícil de revertir.

El crecimiento del crédito al consumo, que había mostrado una expansión sostenida en tarjetas de crédito y préstamos personales, se ve ahora afectado por el descalce entre ingresos y deudas. Esto ha derivado en un aumento de los incumplimientos, especialmente entre familias con salarios inestables o que ya arrastran atrasos.

Diferencias entre clientes y proyecciones

Los bancos señalan que no todos los clientes enfrentan las mismas dificultades. Aquellos con ingresos estables y buen historial crediticio acceden a condiciones más favorables, mientras que quienes tienen ingresos más bajos o deudas previas sufren un mayor impacto. Más de la mitad de la población bancarizada en Argentina depende de líneas de crédito cada vez más costosas para sostener el consumo, lo que agrava la situación.

Las proyecciones privadas indican que la morosidad seguirá creciendo en lo que resta del 2025, en línea con la estrategia del Gobierno de mantener tasas altas para contener el dólar. Este enfoque, aunque busca estabilidad cambiaria, está afectando la capacidad de pago de las familias y profundizando la fragilidad económica.



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