Proyecto aún sin borrador oficial ni convocatoria a extraordinarias, oficialismo espera consensos tras Presupuesto 2026
Aunque la reforma del Código Penal fue promesa central de campaña en materia de seguridad, el proyecto sigue sin fecha ni texto definitivo en el Congreso. Fuentes del oficialismo y la oposición coinciden: nadie conoce el borrador ni los plazos exactos de tratamiento. “Todo sigue en el horizonte de los anuncios”, resumió un diputado libertario. La convocatoria a sesiones extraordinarias no está oficializada y el único tema confirmado es el Presupuesto 2026.
Patricia Bullrich, futura presidenta del bloque La Libertad Avanza en el Senado desde el 10 de diciembre, será la cara visible de la iniciativa.
En Diputados, Laura Rodríguez Machado —quien renovó su banca— mantendría la presidencia de la Comisión de Legislación Penal, clave para avanzar con los dictámenes.
Tres proyectos de seguridad ya obtuvieron dictamen en 2025 y deberán ratificarse tras la renovación legislativa: ampliación de la legítima defensa, agravamiento de penas por delitos cometidos en motocicleta y Régimen Penal Juvenil. Este último es el único que volvería con modificación sustancial: el dictamen actual fija la imputabilidad en 14 años, pero Casa Rosada insiste en bajarla a 13 años, tal como prometió Javier Milei desde febrero de 2024.
La reforma integral del Código Penal requiere otro recorrido parlamentario: mayorías especiales, consensos amplios y probablemente una Comisión Bicameral. Fuentes oficialistas no descartan ese formato para otorgarle legitimidad institucional.
Los cambios anunciados por Bullrich en campaña incluyen:
- Imprescriptibilidad de delitos graves (abuso sexual, homicidios, trata y narcotráfico).
- Agravamiento de penas para homicidio simple y agravado.
- Prisión efectiva por hurto.
- Endurecimiento de la portación de armas.
- Mayor castigo por falso testimonio, cohecho, omisión de auxilio y amenazas.
- Nuevas figuras penales: stealthing, pornovenganza, secuestro virtual, violencia organizada, delitos informáticos y crueldad animal.
Además, se prevé tipificar como organizaciones criminales a las barras bravas vinculadas al fútbol.
Peronismo y oposición dialoguista aseguran no haber visto ningún borrador. En el oficialismo reconocen que la reforma “es eterna” y prefieren avanzar primero con Presupuesto y leyes de seguridad más rápidas. El tratamiento quedará supeditado al humor social y a las mayorías que logre construir La Libertad Avanza tras el 10 de diciembre.
En síntesis, la reforma del Código Penal que impulsa Patricia Bullrich sigue en la nebulosa: sin texto, sin fecha y sin convocatoria formal, pero con la promesa de ser el cambio más profundo en materia penal desde 1984.
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