Marcelo Villaba y Sergio Aredes realizan la formación que los convertirá en los primeros diáconos permanentes que tendrá la comunidad de Las Varillas

Marcelo Villalba y Sergio Aredes son los representantes de Las Varillas que están llevando a cabo el camino de preparación para el Diaconado permanente en la Diócesis de San Francisco, en total son quince hombres de diferentes comunidades. Marcelo está haciendo el segundo año y Sergio el tercero, mientras que las primeras ordenaciones podrían concretarse en 2025.
Agradecen al Padre Daniel Cavallo el apoyo permanente, y esperan que la decisión adoptada pueda animar a otros hombres de la comunidad a iniciar este camino que consideran muy profundo. “No tener miedo a responder a Dios, es maravilloso cuando uno va encontrándose con este amor de Dios, que transforma el corazón, que transforma la vida, que llena todas nuestras expectativas, este camino es un proceso constante de discernimiento mientras se transita, donde la Iglesia nos recibe con los brazos abiertos, nos acompaña y nos ayuda a hacer un buen discernimiento….”,

-¿Cómo deciden emprender este camino novedoso e interesante?
Sergio Aredes- Es un camino largo, desde mi experiencia puedo decir que nace con nuestra vida, y hay un determinado momento en el tiempo en nuestra historia que uno toma una decisión, acompañado de su familia. El caminar de uno como cristiano tiene mucho que ver, cómo vivimos la fe, cómo la hemos vivido de chicos, y eso va ayudando a tomar decisiones. En lo personal y para la Iglesia Diocesana es un camino novedoso, pero el diaconado está presente desde el inicio, inclusive lo podemos ver en los Hechos de los Apóstoles, donde se menciona la presencia de los diáconos.

Marcelo Villalba- En mi caso, estando en la Iglesia pero no participando, hasta que realicé el cursillo de cristiandad y comencé a colaborar en distintas áreas, y un día llega a las Parroquias esta invitación para que conozcamos de qué se trataba el diaconado permanente, es así que el Padre Daniel nos invita a participar de la charla, y en ese momento me quedaron las ganas de seguir conociendo más sobre el tema. Durante un año lo fui reflexionando, lo hablé con mi esposa y con el Padre Daniel, y a partir de ahí realiza los pasos necesarios para ser admitido para iniciar el período de discernimiento, que fueron dos años, y luego comenzamos la formación que consta de cuatro años, más un año pastoral, y luego la ordenación.

-¿En qué consiste la formación?
Sergio Aredes- La etapa de formación inicia con un período de discernimiento en el cual la Iglesia diocesana va acompañando a aquellas personas que sienten el deseo de responder a Dios ante un llamado de dar algo más de ir a misa, participar en un grupo de oración, o participar en alguna actividad de la Parroquia. Este algo más viene junto con el acompañamiento y el apoyo de su familia animándonos. Cuando se invitó surgió esto de que yo me siento llamado a eso, siento el deseo de hacer ese camino, yo quisiera estar en ese lugar, quisiera servir de esa forma, ahí comienza ese período de formación. Uno empieza a encontrarse con esa inquietud dentro nuestro que se va moviendo, y que uno desde la vida familiar, desde la vida cristiana cotidiana uno siente que hay algo más, y cuando empezamos a darnos cuenta de ese “Ven y sígueme de Jesús”, que nos empieza a mover el corazón. Ese período de acompañamiento que hace la Iglesia diocesana en los primeros dos años hacen diferentes encuentros donde se va profundizando sobre la vocación del diácono, sobre su misión, donde no va a descuidar a su familia, la prioridad sigue siendo la familia. Junto con ese acompañamiento de la familia, está el servicio que se hace a la Iglesia, a la Diócesis, a las Parroquias, en la tarea de acompañar a las comunidades, algunos servicios propios del diácono como el bautismo, sacramento del matrimonio, exequias y demás.
Siempre uno tiene claro que hasta que no nos ordene el Obispo y nos “ponga las manos”, es un camino de discernimiento, donde se está profundizando, aprendiendo, y lo más importante es descubrir que uno tiene la vocación, que está llamado. Estos dos años y medio de encuentros en distintos lugares han pasado varias personas, se han ido sumando,otros descubrieron que no es lo que Dios les pide, y hay un grupo que sigue avanzando, creciendo y siente que Dios agudiza cada vez más ese llamado en nuestro corazón, en nuestra vida, por ello los siguientes cinco seis años son de formación específica, diferente a la del sacerdocio que se forman para ser Pastor y el diaconado es Cristo Servidor. La formación contempla las Sagradas Escrituras, ahondar la Teología, el Misterio de Dios, seguir profundizando en Antropología, etc..

El rol de la familia

-¿Cómo comunican la decisión a sus familias y qué respuestas obtienen?
Marcelo Villalba- Luego de hacer el discernimiento personal se lo planteé a mi esposa y ella estuvo de acuerdo y me apoyó desde el primer momento. Cuando el Padre Daniel realiza el trámite para ser admitidos, necesitamos una carta de consentimiento firmada por la esposa, y la otra de la Parroquia. Sin el consentimiento de la esposa no podemos comenzar el discernimiento, ni podemos ser ordenados, por eso se requiere el acompañamiento permanente de la esposa y los hijos. Porque es fundamental, la figura del diácono es muy diferente a la del sacerdote, el diácono vive una realidad que es el trabajo, la familia y en este momento la formación, pero a futuro será el trabajo, la familia y el ministerio, tres realidades que deben estar equilibradas. En mi caso tengo mucho apoyo, me dan el tiempo, lugar para estudiar y prepararse, sin ese apoyo esto no avanza.

-¿Cuáles son los requisitos para ser diácono permanente?
Sergio Aredes- Hombres casados, viudos y solteros (éstos dos últimos no se pueden casar). Que exista una rectitud de vida, que haya un compromiso con la comunidad con la vida cristiana, un servicio permanente en la Parroquia.

-¿Qué rol cumple la familia?
Sergio Aredes. Fundamental. Como explicaba Marcelo, el ministerio, el trabajo y la familia, tienen que estar totalmente equilibrados porque la familia juega un rol fundamental en el apoyo, acompañar, en la oración, en estar cerca del diácono para seguir animándolo. El ministerio del diaconado nos debe llevar a nosotros como esposos a vivir con mayor intensidad el matrimonio, tratar de profundizar en la riqueza del matrimonio, y desde ahí ser luz y poder llevar a otras familias, a otras personas, esta gracia de Dios que es el sacramento del matrimonio conectado con otra gracia sacramental que es el diaconado, son dos sacramentos que van a estar conviviendo en la misma persona. Son realidades muy importantes en las cuales nosotros tenemos que estar siempre con la humildad del corazón y dispuestos al servicio a la comunidad, sin descuidar la familia, ese acompañamiento hace posible que el diácono pueda dar un servicio como debe ser.

En 2025 ordenarían los diáconos

-¿Cuándo se ordenarían los primeros diáconos en la Diócesis?
Marcelo Villalba- En este momento en segundo año somos 3 y en tercer año son 6, y 1 que comenzó primer año, es decir que somos 10 hombres en formación. En el 2025 serían las primeras ordenaciones. (De Las Varillas son los únicos dos)
Para sumarse, cuando uno empieza a sentir esa inquietud lo primero es conversarlo con la esposa, y después acercarse y confiarlo al Padre Daniel, quien nos acompaña, aconseja, y hace los primeros trámites para ser admitidos en la formación.

-¿Tiene que ser alguien ya comprometido con la tarea parroquial o no?
Sergio Aredes- Si nos remitimos al Evangelio, para Dios los requisitos no son un estándar , Jesús camina al lado del lago y empieza a llamar, por lo tanto decir que tiene que ser alguien que debe estar allí sería como limitar, si bien es una realidad que ayuda, que motiva, que nos sirve a nosotros para poder escuchar un poquito más esa voz de Dios en nuestros corazón, sin embargo Él se puede valer de cualquier cosa para llamarnos. Puede pasar que en algún momento estuvo comprometido y después se alejó por alguna circunstancia de la vida, y comienza a sentir que Dios lo llama, y las maneras en que lo hace son muy grandes y diversas, lo que sí, nosotros tenemos que estar dispuestos a una respuesta. Dios llama, el hombre responde, y si me llama es para algo, ahí la respuesta que tenemos que dar en libertad, respuesta que conecta el amor, la vida, la responsabilidad, conecta todo nuestro ser.

Comparte
Next Post

Video de la Mutual Almafuerte realizado y presentado por el INAES

El INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), realizó un video de la Mutual Almafuerte. Así lo presenta y te compartimos el video. «ORGULLO MUTUAL Las asociaciones mutuales están presentes en cada rincón de nuestro país, brindando servicios esenciales para el desarrollo de las comunidades. La Asociación Mutual Almafuerte […]