Las coordinadoras del Centro Sagrada Familia, ubicado sobre calle Rivadavia (ruta 158), Liliana Sitto y Ana María Donadío, detallaron las obras que se vienen llevando a cabo en el edificio del mismo, las cuales se iniciaron el año pasado en el marco de la pandemia y continuaron todo este año, estando próximas a culminarse.
La obra implicó refacciones en principio en el techo ya que llovía adentro, para ello se cambiaron las maderas, quitaron las tejas y colocaron chapas solucionando este inconveniente, además de poner en toda la extensión del techo membrana. Luego siguieron por el baño donde había una grieta de grandes dimensiones que se reparó y se arregló en su totalidad el espacio.
Actualmente están en la etapa de la pintura exterior y seguirán posteriormente por el interior.
Destacaron que todo lo realizado no hubiera sido posible sin el apoyo del Padre Daniel Cavallo y los recursos aportados por la Parroquia, como también hubo en un momento un subsidio del Gobierno Provincial y recientemente la recaudación de la Colectividad de Francia en el marco de la Fiesta Patronal, dinero con el cual están pidiendo presupuesto para concluir la pintura total, que por ahora comenzó a hacer gentilmente y en momentos libres, el esposo de Lili, Roberto Beltramo. “Todos los miembros del Centro colaboran”, añadieron, mencionando también a Oscar Valletto con la recuperación de los bancos, y están abiertos a todos los que deseen ayudar con la obra.
Ana María y Liliana resaltaron que se vuelva a utilizar para Navidad con alguna misa, y subrayaron que al ser un lugar espacioso, con mobiliario y baño, es óptimo para retomar lo que quedó paralizado por la pandemia, en cuanto a reuniones, catequesis, ensayo del coro, misas, y rezo del Rosario, al margen de que esperan poder convocar a más familias, sobre todo jóvenes, para que se acerquen, puedan conocerlo y participar de actividades pastorales. Asimismo, la idea es poder facilitar el acceso de los adultos mayores en especial aquellos que están en la Residencia colindante.
Por último, agradecieron al Padre Daniel por la disposición para que se concrete la refacción, recordando que lo viene haciendo con todos los Centros de Evangelización: “Sin eso no hubiera sido posible nada por los altos costos demanda”, expresaron, y desearon que una vez que pase esta situación generada por la pandemia la gente pueda volver a retomar las actividades como antes, pero en este caso con un edificio toralmente renovado y con todas las comodidades.
