Editorial: Aumentos inorpotunos y mal humor social

En el medio de la intensa ola de calor, como desde hacía muchísimos años no se suscitaba y la angustia de la cantidad elevada de casos de covid en una tercera ola que se sostuvo en las primeras semanas de enero y ahora parece que comienza a decrecer. Como si fuera poco, la mala noticia del incremento del 12,36 por ciento en la energía eléctrica.

Si bien era un pedido de las federaciones de Cooperativas ante el ERSEP, sin dudas que justo se produzca ahora con el intenso calor que requiere de tener encendidos los aires acondicionados y ventiladores prácticamente las 24 horas del día, en un año que recién se inicia y la mayoría de los asalariados recién están terminando de cobrar la paritaria 2021, que cerró con el 50,9 por ciento, por ende sin dudas que los sueldos volvieron a perder, termina todo esto aumentando también el al humor social, y posiblemente con reclamos hacia la dirigencia de la Cooperativa de Energía Eléctrica, que ante este contexto se ven en una verdadera encrucijada, porque si no aumentan los números no cierran, por el otro lado, al asociado le cuesta cada vez más pagar las abultadas boletas no sólo de electricidad, sino del resto de los servicios, que también se fueron incrementando a lo largo del año pasado en varias ocasiones.

El interrogante siempre es el mismo: puede ser la energía eléctrica más barata en Las Varillasy en la provincia de Córdoba, que tiene una de las tarifas más altas del país, lo cual nunca se ha respondido, como tampoco por qué Buenos Aires tiene una de las energías  más baratas.

Técnicamente posiblemente habrá alguna explicación razonable, pero esto no es consuelo para los miles de usuarios que indefectiblemente tienen que hacer frente a las facturas de este servicio esencial y que no les queda otra que estar al día, porque encima la Cooperativa si existe algún mínimo atraso notifica e intima. Por eso también surge acá otra pregunta, y es que, si no se ha perdido ese costado social que esta institución de nuestra ciudad en particular ha tenido en diferentes épocas, podríamos decir en toda su historia desde su creación en 1957.

Es real que Las Varillas es una “isla” porque hay mucho trabajo, el campo y la industria, sobre todo ésta última, en estos dos últimos años ha repuntado y está muy bien, pero también es una realidad que la mayor parte de la mano de obra local es clase trabajadora, de  manera que en algunas cuestiones se debería tener cierta consideración con aquellos que están perdiendo significativamente frente a la inflación.

Aunque son odiosas las comparaciones, desde un tiempo a esta parte, la que comprendió esta situación es la dirigencia de la  Municipalidad, que aplica aumentos impositivos razonables, cumple con sus obligaciones salariales y logró ajustar de manera notable el gasto.

Esperemos que desde la entidad cooperativa se puedan brindar explicaciones algo más detalladas, porque los servicios que brindan a la ciudad son realmente muy importantes y si bien se les reconocen  inversiones de relevancia, también se podría cuestionar cierto alejamiento con los asociados en este tipo de cuestiones que sin dudas crean y contribuyen al mal humor social.

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